San Luis María Grignon de Monfort, autor del famoso libro TRATADO DE LA VERDADERA DEVOCIÓN, la devoción hacia nuestra Madre del Cielo es esencial para alcanzar la salvación eterna, como también han predicado doctores de la Iglesia como San Alfonso María de Ligorio.
Tengamos presente que hay personas que pueden tomar una devoción falsa y corrompida a María Santísima Madre de Dios. Por lo tanto, debemos evitar los errores en esta devoción tan importante. Pongamos un par de ejemplos:
Los inconstantes:
Por ejemplo, es el caso de los devotos inconstantes. Los que veneran a María muy fervorosos al principio, pero al surgir la primera dificultad se desaniman, se vienen abajo y abandonan la devoción.
Una buena opcición es no recargarse con muchas oraciones y prácticas devotas, es mejor hacer pocas, pero con amor y sobre todo fidelidad.
Los interesados:
Son malos devotos los interesados. Son los que se acuerdan de María y derraman lágrimas de piedad cuando les asalta una gran dificultad. Entonces, suplican la intervención de María para resolver su problema, bien de salud, laboral o familiar. Una vez superado el problema se olvidan de la Virgen y vuelven a su indiferencia anterior.
Los pecadores inpenitentes:
Son los que pecan alegremente, sin un mínimo propósito de enmienda, que no se confiesas y que piensan que rezando un Rosario de vez en cuando o un Avemaría se arregla todo. Pero no tienen intención de cambiar su vida
San Luis nos recuerda que para ser un verdadero devoto de María es preciso:
1º Estar sinceramente resuelto a hacer todo lo posible por no cometer pecado, sobretodo mortal, incluso violentando nuestra naturaleza.
2º Rezar el Santo Rosario diariamente.
3º Acordarnos de María con frecuencia y tener una confianza filial con ella.
Santiago Lulio
