Los 8 consejos del Padre Pío para comenzar el año.

  1. LA GLORIA ES DE LOS QUE LUCHAN
    La palma de la gloria está reservada sólo para los que luchan valientemente hasta el final. Por lo tanto, vamos a empezar nuestra santa batalla de este año. Dios nos ayudará y nos coronará con el triunfo eterno.

  2. BUENAS OBRAS Y BUENAS INTENCIONES
    Estamos por la gracia divina, en los albores de un nuevo año. Dado que sólo Dios sabe si vamos a terminar este año, deberíamos usarlo en reparación del pasado, y en preparación para el futuro. Las buenas obras van de la mano con las buenas intenciones.

  3. QUE SEAMOS MOVIDOS POR LA PRESENCIA DE DIOS
    Permite decirte a ti mismo, con la plena convicción de decir la verdad: “Mi alma: comienza hoy a hacer las buenas obras que hasta la fecha no has hecho”.
    Vamos a ser movidos por la presencia de Dios. “Dios me ve”, vamos a menudo a decirnos “y que por mis acciones él me juzgue”. Estemos seguros de que siempre vea solamente la bondad en nosotros.

  4. NO ESPERES
    Si tienes tiempo, no esperes. No debemos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. Las tumbas están llenas de buenas intenciones que nunca se cumplieron.
    Además, ¿qué seguridad tenemos de que vamos a estar vivos mañana?Escuchemos la voz de nuestra conciencia, como dijo el real profeta: “Hoy, si escuchas la voz del Señor, no hagais oídos sordos”.
    Vayamos adelante y atesoremos el momento fugaz que sólo es el nuestro. No perdamos el tiempo, de un momento a otro, ya que el último aún no es nuestro.

  5. NO PIERDAS EL TIEMPO
    Cuando se pierde el tiempo, se desprecia el regalo de Dios – el presente – que Él, en su infinita bondad, nos anuncia con su amor y su generosidad.

  6. HAZ EL BIEN
    “Comencemos hoy, mis hermanos, a hacer el bien, porque hasta ahora no hemos hecho nada”.
    Y estas palabras que el Padre Seráfico, San Francisco, en su humildad, aplicó a sí mismo, se deben hacer nuestras a principios del nuevo año.
    Hemos vivido sin pensar, como si el Juez Eterno no nos fuera a llamar a él un día y nos pidiera dar cuenta de nuestras obras, por cómo hemos gastado nuestro tiempo.

  7. COMUNICA EL AMOR
    El amor no admite retraso, y los Reyes Magos, inmediatamente después de su llegada, hicieron todo lo posible para darlo a conocerlo a Él, que había conquistado su corazón a través de la afluencia de la gracia.
    Él los llenó con el tipo de caridad que debe desbordarse, ya que no puede ser contenida en la pequeña estructura del corazón, y por lo tanto debe ser comunicada.

  8. NO HAGAS LAS COSAS PARA TU PROPIO MÉRITO
    En tus acciones, no busques ni el mayor ni el menor mérito, sino el mayor honor y gloria a Dios.

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