Hay personas que pierden la salud física y la mental, amen de la espiritual.
Se regalan a veces amuletos para atar una persona a otra y esta entra en un estado tal de obsesión por la otra persona que es capaz de hacer cualquier cosa con tal de estar con ella, solo quiere estar con ella y lo demás no importa.
También hay quien va a curanderos a quitarse el mal de ojo y le da un amuleto, al principio todo bien, pero luego el demonio quiere cobrar y no sólo después de esta vida, sino en esta también y se empieza a enfermar los médicos no saben bien que tienen, pruebas y más pruebas, se pierden los trabajos, las relaciones sentimentales y se llega a un estado de decrepitud lamentable, como seguro abras visto hermano, esos ojos apagados sin vida.
Muchas veces estas cosas acaban en suicidio.
Si el alma enferma, todo enferma las heridas producidas sangran por así decirlo sin cesar y la vida se escapa, mientras el brujo se hace más fuerte, aunque bien saben que Satanas también les vendrá un día a cobrar por los favores concedidos, pero el ansia de poder los ensoberbece de tal forma que se llega a desear estar en el Infierno con ese ser tan poderoso que les ha dado tantos placeres y posición social y económica.
Es la locura y el misterio de la soberbia de Satanas en nosotros mismos.
Ni se les ocurra aceptar uno de estos amuletos porque pueden perder todo y lo más importante sus almas, esto no es broma, ni un juego inocente, esto es tan real como que existe Satanas.
Hermenegildo Matamoros
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