Recomendaciones para la virtud y la santidad

  • No permitas que tus emociones dominen tu vida; eres dueño/a de tu alma.

Las emociones no son buenas ni malas solo son un indicativo de algo más profundo. Jesús como hombre perfecto vivió su emotividad de forma perfecta (reír, llorar, enfadarse…), lo único que has de desterrar de tu vida es el MIEDO. Los hijos de Dios que viven gracias al Amor, no saben qué es eso. El miedo, el pecado y la muerte, ya no tienen más poder sobre nosotros. Pídele la gracia al Señor que sane tu emotividad y tus heridads; AMA tu temperamento. Pues “El que no ama [teme], no ha conocido a Dios; porque Dios es amor” (1Jn 4,8).

  • No te afanes en las cosas de la vida. Huye de todo lo que te ATE, te CONTROLE o te DOMINE.

El regalo más grande que Dios te ha dado es la LIBERTAD, la libertad de aquél que solo busca la gloria y la honra de Dios, y lo demás poco le preocupa. Pues ha comprendido que solo en Dios, su Hacedor, está su absoluta felicidad. Que no te ATEN las modas, los lujos, el aspecto, el éxito; simplemente NADA. Comprende que la castidad no es solo física, implica también el alma y el corazón, pues donde hayas puesto tu corazón ahí estará tu riqueza. Desapégate de todo pecado, incluso el venial (alma), y pon todo tu amor en lo único importante (corazón), tu Señor. Pide la gracia de ser COMPLETAMENTE libre y te prometo serás feliz.

  • El sufrimiento es escuela de vida y te asemeja a tu Señor; no huyas de él.

Desde que el Dios humanado permitió que sus carnes benditas experimentaran el sufrimiento y el dolor, el sufrimiento ha quedado SANTIFICADO y ya no produce más muerte sino VIDA. Gracias a Cristo que experimentó todos los dolores posibles, ya NO hay sufrimiento en tu vida que Él no haya sufrido, sufra contigo y tú con Él. “La cruz siempre está preparada y te espera en cualquier lugar. No puedes huir dondequiera que estuvieres, porque dondequiera que huyas, llevas a ti contigo. Vuélvete arriba, vuélvete abajo, vuélvete fuera, vuélvete dentro, y en todo esto hallarás cruz” (Imitación de Cristo, Kempis). Si aprendes pues, querida alma, a llevar tu cruz con PACIENCIA y GOZO ya no habrá más sufrimiento. Sufres porque te REVELAS contra ella; sufres porque todavía no te has NEGADO lo suficiente. Al que de verdad ama, todo yugo le parece suave. Cuando quieras revelarte contra tu cruz medita sobre la Pasión y recuerda: “¿si nuestro Señor regresó al Cielo herido y llagado, vamos a ir los siervos vestidos y bañados?” (San Juan de Ávila).

  • Ten paciencia con todos, pero sobre todo contigo mismo/a.

¿Por qué te preocupa y te pesa tanto ser pobre y débil, frágil y limitado? Si supieras cuánta hermosura hay en ser tan frágil como la hierba, tan débil como la flor, no sufrirías tanto. Es en los pobres y sencillos, en los mansos y humildes, en los que Dios hace Sus mejores obras. ¡AMA tu pobreza, AMA tu fragilidad! Pues como dice el apóstol S. Pablo “Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí” (2Cor 12, 9).

  • No te SORPRENDAS ni te DESANIMES por haber vuelto a pecar.

Desconfía ABSOLUTAMENTE de ti y de tus FUERZAS. La verdadera paz, reside en aquel que ha comprendido y experimentado su absoluta fragilidad y sabe que sin la gracia de Dios nada puede. Cuando falles, que el dolor de tus pecados consista en haber ofendido a Dios y no por la frustración que te produzca el haber vuelto a pecar (soberbia muy escondida y sutil). Seremos débiles y frágiles toda nuestra vida. Por lo tanto, que ni siquiera tu pecado te haga perder la PAZ ni te DESANIME. Pues Dios que conoce tu pecado y el barro del que estás hecho, te perdona en la confesión, y te sigue dando la gracia para avanzar. Pero eso sí, que siempre te encuentre luchando por tu santidad y su Gloria.

  • La oración es el camino y la puerta a la felicidad; quien ora es INVENCIBLE, pues Dios habita en él.

La mayoría de nuestras frustraciones radican en que todavía no hemos aprendido el arte de la oración. Sublime don y regalo es el de la oración. “Si supieras el don de Dios” le dice Jesús a la samaritana. Lo mismo pasa con la oración. ¿Si supieras que el remedio a todas tus frustraciones y dolores, están en la oración, acaso no acudirías constantemente a ella? Desnúdate de todo lo que no es Dios y permite que Él a través de la oración (su mayor herramienta), haga en ti maravillas. Al principio será duro y tedioso, no siempre encontrarás lo que buscabas, pero una cosa te aseguro, SIEMPRE hallarás a Dios, y eso es lo ÚNICO que importa.

  • ¿Sientes que te cuesta mucho perseverar? ¡Eso es porque todavía no has acudido a Mamá María!

Virgen con bbLa Santísima Virgen es el camino más CORTO, SEGURO, FÁCIL y PERFECTO a la Santidad y Paz verdadera del alma. Ella fue preservada y elegida desde toda la Eternidad para llevar en su vientre al Bendito, y educar al mismo Hijo de Dios, y ¿acaso dudas que como verdadera Madre tuya, no hará también las mismas maravillas en ti que hizo en Jesús si te dejas? Nadie conoce mejor a Cristo que su Madre, déjate pues alimentar, enseñar y proteger por la perfecta e inmaculada Madre de Dios y Madre tuya. Te podrá FALTAR todo, pero si la tienes a Ella, lo tienes TODO! Pide pues todos los días a Dios, la gracia de conocerla y más amarla.

  • ¿Qué es eso llamado santidad y por qué debo buscarla con todo mi ser?

La santidad es la consecuencia de estar completamente configurado según la Voluntad de Dios, de modo que la persona no desea ni obra cosa alguna fuera de esa Voluntad, obrando por consiguiente, siempre de forma perfecta y alcanzando la plenitud de la felicidad a la que Dios lo ha llamado, pues ya no vive, busca, ni desea otra cosa que la honra y la Gloria de Dios. El gran escritor francés León Bloy decía que “la única verdadera tragedia en la vida es no llegar a ser santos” y cuánta razón tiene. Ya que ser santos es para lo que hemos NACIDO, todo lo demás es obrar CONTRA nuestra misma naturaleza pues fuimos creados a imagen y semejanza del Dios altísimo; “por tanto sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto” (Mt 5,48).

  • Practica a todas horas la MISERICORDIA.

Misericordia viene del latín: misere(miseria), cordis(corazón) e “ia”(hacia los demás) y consiste en ver mis defectos y flaquezas, y la de mis hermanos, con los mismos ojos de Cristo que por haber sufrido todas las miserias del hombre, no es ajeno a ninguna. Por lo tanto, si TODO un Dios, fue capaz de querer morir por TI, por tu INIFINITO valor como su criatura, ¿cómo es posible que todavía no te hayas PERDONADO y sigas esclava de tus errores (pasados y presentes) y de las heridas que te han producido los demás? Es hora pues, de vivir de una vez como verdaderos hijos de Dios, experimentando Su PERDÓN que se derrama como agua viva en tu ser, y dando de beber la misma misericordia obtenida, a todos tus hermanos. Sé libre pues de todo rencor, no permitas jamás que el Diablo que, ”como león rugiente anda rondando, buscando a quien devorar” (1Pe 5,8), logre atraparte con sus mentiras y rencores. PERDÓNATE y perdona SIEMPRE.

  • ¡Eres templo del Altísimo, la Santísima Trinidad habita en ti; eres Sagrario vivo!

Oh Bendito Dios que tanto nos ha amado que no tan solo ha querido morir por nosotros, darnos a su Santísima Madre y quedarse realmente presente en la Eucaristía. ¡Oh no, claro que no le ha bastado! Y como si le hubiera parecido insuficiente, ha QUERIDO hacerse una morada en TI, haciéndote partícipe y merecedora de TODAS sus gracias y dones. Vive pues eternamente llena de júbilo y felicidad, y que NADA ni NADIE te quite la felicidad de saber que eres ¡TEMPLO VIVO de la Santísima Trinidad!

  • El que mucho habla mucho yerra.

Decía un gran santo contemporáneo: “mucho te arrepentirás de hablar, más nunca de haber callado”. Ciertamente, son muchas las veces en las que pecamos, a veces sin maldad, por no saber poner FRENO a tiempo a nuestra lengua, más te propongo TRES simples pasos para evitar caer en el mismo error en un futuro: 1. ¿aquello que voy a decir es “absolutamente verdad” y realmente necesario?; 2. ¿lo que estoy diciendo o voy a decir, sirve para mi provecho espiritual y el de mi hermano?; 3. Hablando de lo que hablo, agrado y glorifico a Dios o por el contrario estoy “contristando al Espíritu Santo que habita en ti” (Ef 4,40)? Si lo que vas a decir no pasa este simple filtro de tres pasos, no lo digas; que tu boca sea siempre fuente de bendición y no de maledicencia.

  • ¡Una gran aliada!

Querida alma, si lejos quieres volar, si a las alturas te quieres elevar, un gran consejo te debo dar: despójate de todo aquello que a tus alas impida desplegar y lleva contigo solo a la Hermana Pobreza. Esta noble dama lo pide TODO, más también lo da TODO. Si a las cumbres altas de la perfección espiritual quieres llegar, gran aliada tuya será. Ella, la Dama Pobreza, fue fiel compañera de Nuestro Señor, así que no temas ser su amiga y entregarle todas tus posesiones, renunciando a lo que te guste en pos de algo mucho más Perfecto y Verdadero. Con ella, no tan solo llegarás antes a donde quieras llegar, sino que te asemejarás a tu Amado que durante su vida terrenal, no tuvo “ni donde reposar la cabeza” (Mt 8,20).

  • Te confieso un secreto.

Son muchas las ayudas que el Señor en su infinita bondad, brinda a sus fieles guerreros, pero hay una, te confieso querida alma, que me ha sido de especial consuelo en las peores situaciones: la meditación sobre mi Muerte y el deseo constante del Cielo. No hay mayor certeza en esta vida que la muerte y sin embargo vivimos como si ésta no existiese. No se trata de miedo al Juicio, sino de comprender que cada acto en mi vida tiene ECOS de ETERNIDAD. Siendo así la situación, te recomiendo a menudo meditar sobre las bondades de ésta. Y por último, hablarte del deseo constante del Cielo: no hay sufrimiento en esta vida por largo que parezca, ni trabajo que sea tan fatigoso que se pueda comparar al gozo y felicidad sin FIN que en el Cielo viviremos. Así que es menester, luchar mucho y hasta el final para tan grande premio. ¡Duc in Altum!

  • Qué has hecho por Cristo, qué haces por Cristo, qué debes hacer por Cristo.

Así recomendaba a menudo preguntarse san Ignacio de Loyola cuando daba sus famosos retiros espirituales, y ahora, no es menos importante preguntárselo. Cómo va querida alma tu conversión: ¿estás aprovechando al máximo (y a menudo) las gracias que Dios quiere regalarte a través de Sus Sacramentos? ¿Clamas insistentemente a la Reina del Cielo, con el arma espiritual más poderosa que se te ha dado (Rosario), por tu conversión y la de los pecadores? ¿Acudes a menudo al sabio consejo de los santos en la bendita lectura espiritual y en tu formación como verdadero hijo de Dios? ¿Quebrantas lo suficiente el poder que el Enemigo ejerce sobre ti, con la mortificación espiritual y corporal de tus sentidos, etc? ¿En definitiva, querida alma, que tan en serio te has tomado tu conversión?

  • Último escalón a la vida de gracia.

El último consejo que me atrevo a darte querida alma, para que te remontes a las altas cumbres de la perfección cristiana es… continuará.

*Nota: Practica una por día (o por semana) de todo corazón y de mes en mes, habrás crecido sólidamente en la virtud. Léelo muy despacito, como si estuvieras orando.

 

Alejandro Magro.

Alejandro Magro

21 años. Esclavo de amor de la Santísima Virgen María y laico comprometido con la propagación del Evangelio. Estudiante de Teología, catequista de adultos. La Cruz su fuerza, María su alegría.

Un comentario en “Recomendaciones para la virtud y la santidad

  1. gracias,mil gracias,admiro tu formación y la proclamación de tu fe. te envidio, ruego a la Virgen María que siempre te proteja.gracias.

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