HAY QUE RETRATARSE

Sé tus obras, que no eres ni frío, ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y ni caliente, ni frío, estoy para vomitarte de mi boca” (Ap. 3, 15-16).

Aún tengo en el pensamiento el atropello cometido contra el cardenal Cañizares, a quien han denunciado por una homilía en la que ha calificado la ideología de género como un insidioso ataque a la familia, pues el cardenal, con toda razón, y en coherencia con la doctrina católica, piensa y debe enseñar que la familia está constituida por la unión de un hombre y una mujer, y asimismo, en coherencia con la doctrina católica, está también obligado a enseñar que los actos homosexuales son pecaminosos.

El cardenal ha pronunciado las palabras por las que ha sido denunciado en una homilía, durante una misa, dirigiéndose a los fieles católicos, actuando conforme a su obligación de obispo; lo que, además, legalmente constituye un ejercicio de su derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y religión, y a la libertad de expresión, según se recoge en los arts. 9 y 10 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, el art. 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y los arts. 16 y 20 de la Constitución.

Redacto estas líneas con cierta premura, espoleado por la cita del Apocalipsis que la encabeza, muy molesto por el silencio mayoritario de los demás obispos españoles -honrosa excepción hecha del de Getafe, y quizás alguno más, que en este momento no me consta-, y deseoso de no añadir a mis pecados el hacerme acreedor a la terrible sentencia que se desprende de la cita antes mencionada: “puesto que eres tibio, estoy para vomitarte de mi boca…”

Por ello digo que estoy con el cardenal Cañizares, quien en lo íntimo debe alegrarse, pues en él se cumple ahora que “bienaventurados seréis cuando os ultrajaren y persiguieren y dijeren toda suerte de mal contra vosotros por mi causa, gozáos y alegráos, pues vuestra recompensa será grande en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que os precedieron” (Mt. 5, 11-12). Por eso, llamo públicamente a los demás obispos a hacerse acreedores a esa misma bienaventuranza, apoyando al cardenal, en vez merecedores de la sentencia divina contra la tibieza.

No ha incurrido el cardenal en ningún delito de odio del art. 510 del Código Penal. No llevan ninguna razón los denunciantes, pues tan grotesco y atrabiliario es denunciar por odio a los homosexuales a quien sostiene que la familia se funda en la unión de un hombre y una mujer, como extravagante resultaría denunciar por odio a los burros a quien sostiene que tan apacibles animales son cuadrúpedos y no está en su naturaleza que anden sobre dos patas.

Por el contrario, sí es conducta delictiva, tipificada en el art. 525 del mismo Código Penal, la publicación de un despreciable cartel en que se representa a dos imágenes de la Virgen María besándose como si fueran lesbianas. Es delito porque hace escarnio público de algunos de los dogmas de la religión católica. Ofensa, por lo demás, absolutamente innecesaria y gratuita, pues piden algo que tienen con largueza, dado que no existe ninguna “opresión sagrada”, como refiere el susodicho cartelito de marras, ya que nadie va por detrás de las lesbianas reprimiéndolas, multándolas, procesándolas, etc., por sus honores a Safo y sus alumnas. Ahora bien, si por “opresión sagrada” se refieren al hecho de que alguien recuerde, citando a San Pablo, que…

¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,
ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios.
Y tales fuisteis algunos de vosotros. Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
«Todo me es lícito»; mas no todo me conviene. «Todo me es lícito»; mas ¡no me dejaré dominar por nada!
La comida para el vientre y el vientre para la comida. Mas lo uno y lo otro destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.
Y Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros mediante su poder.
¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? Y ¿había de tomar yo los miembros de Cristo para hacerlos miembros de prostituta? ¡De ningún modo!
¿O no sabéis que quien se une a la prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues está dicho: Los dos se harán una sola carne.
Mas el que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él.
¡Huid de la fornicación! Todo pecado que comete el hombre queda fuera de su cuerpo; mas el que fornica, peca contra su propio cuerpo.
¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?
¡Habéis sido bien comprados! Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo. (I Cor 6, 9-20)

, pues no es tal opresión, ya que fuera de recordar esto -que es verdad- , nada más puede hacer el ominoso y oprobioso “opresor sagrado”. Al contrario, hace un bien quien llama al arrepentimiento recordando esta enseñanza.

Recordar ese texto paulino, citarlo, referirlo -volvemos al principio- se halla amparado por toda una batería de preceptos legales, tanto nacionales, como internacionales, de muy alto rango, que protegen también a los católicos. A menos que los católicos tengamos menos derechos que los demás. Si es así, hora es de que se nos diga abiertamente, para que sepamos a qué atenernos.

Concluyo pidiendo que aquellos lectores que estén de acuerdo con que hay que retratarse, abandonando camastronerías y tibiezas, dejen en comentario su nombre y apellido, como hago yo firmando este artículo.

Rafael Laza

Rafael Laza

Católico, filólogo en la reserva, adversario de la Amoris laetitia y practicante, con la gracia de Dios, de la Familiaris consortio n. 84

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3 comentarios en “HAY QUE RETRATARSE

  1. Estimado amigo y Hno. en nuestro Señor Jesucristo y María Santísima, mejor no se puede expresar y decir. Soy católico por la gracia de Dios, español por la gracia de Dios, natural de Granada por la gracia de Dios y por motivos que no vienen al caso vivo en una población peruana de la región de Puno llamada Ayaviri. monseñor Cañizares fue arzobispo de mi hermosa ciudad, es un gran arzobispo.Sigo con gran interés todos los temas relativos a profecias, apariciones marianas y fin de los últimos tiempos. Vivimos tiempos realmente confusos y oscuros tanto en la Iglesia como fuera de ella. Su discernimiento es realmente notable. Respeto al actual Papa porque es el Papa que Dios ha querido que gobierne esta etapa final. Tal vez sea el Papa que nos merecemos los actuales cristianos. Se suele decir que cada pueblo o nación tiene los gobernantes que se merecen. Pero estoy muy de acuerdo con su redacción de los acontecimientos. Finalmente y por lo que estoy escribiendo es para dejar mi nombre y apellido: José Ruiz Ocaña. Dios le bendiga con la Luz del Espíritu Santo y sus dones y Santa María le proteja. Un cordial saludo.

  2. Completamente de acuerdo Rafael. Ahí va mi nombre. Católico fiel, por la gracia de Dios, y todo mi apoyo al Cardenal Cañizares

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