CURANDEROS Y SANADORES, NI CURAN NI SANAN – Experiencia de Santa Teresa

Volvemos con Santa Teresa de Jesús y su experiencia con una curandera.

Desde que entró en el convento de la Encarnación y debido al cambio de alimentación, unido a su muy generosa entrega a la vida religiosa y a la mortificación, estaba pasando por penosas enfermedades, Su padre, al verla en ese penoso estado, la llevó a Castellanos de la Cañada a casa de una hermana de Teresa, y así por el reposo y una buena alimentación pudiere recuperar su pobre estado de salud.

Llevada al pueblo cercano de Becedas fue tratada con los remedios de una curandera ,estos no sólo no le ayudaron a recuperar la salud, sino que la empeoraron.

La Santa escribe: “Aquí comenzó el demonio a descomponer mi alma, aunque Dios sacó de ella harto bien”. ( el bien al que se refiere es al tratado en el anterior artículo sobre el idolillo y el sacerdote hechizado)

En Beceda permanecerá más de tres meses, sometiéndose a terribles purgas por parte de la famosa curandera, que la dejó al borde de la muerte.

En la actualidad también las personas acuden a curanderos y aunque estos tratamientos pueden resultar peligrosos para la salud, en muchas ocasiones simplemente no tienen el efecto buscado y cuando se tiene una patología de cierta gravedad se acaba empeorando, como el caso de Santa Teresa ,que según algunos tratados médicos hablan de una infección crónica y generalizada, ahora tenemos antibióticos de amplio espectro, pero en aquellos días si además le dieron fuertes purgas diarias, se le restan fuerzas necesarias para luchar contra la infección, y no es este el peligro más grande, lo peor es que esto también afecta a el alma.

Peor es aún cuando se buscan lo que se denomina como “limpias”. Con estas “limpias “ se busca mejorar la salud y también limpiar el “aura”, quitar el mal de ojo, reestablecer o equilibrar energias, abrir “chakras”, se imponen manos, se pasan huevos por el cuerpo, se sacrifican pequeños animales, se toman brebajes hechos con supuestos ingredientes magicos, y que muchos son repugnantes más que otra cosa, se queman inciensos ……..y hasta aquí parece que es extravagante pero inocente, pues nada más lejos de la realidad.

Primero esto va desde la idolatría, la Santeria, Macumba, Candomblé, Palo, Vudú, reiki, y varios rituales magicos, en muchos se usan oraciones cristianas, se nombran a Jesús, la Santísima Virgen y los Santos, pero por desgracia no tiene nada que ver con Dios sino con Satanás, como Santa Teresa narra “aquí empezó el demonio a descomponer mi alma”.

En la mayoría de los casos las personas acuden a tratar con curanderos o sanadores, lo hacen siendo ignorantes del peligro que corren ,tanto física, como espiritualmente, muchos llevados por la desesperación y la falsa esperanza en que se curarán o mejorará su vida. En un principio puede que sea así y mejore, pero después viene lo que dice S.Mateo en el Evangelio.

Mateo XII.43:Cuando el espíritu inmundo ha salido de un hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no le halla.

Mateo XII.44: Entonces dice: Me volveré a mi casa, de donde salí: Y cuando viene, hallala desocupada, barrida y alhajada.

Mateo XII.45: Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él , y entran dentro, y moran allí: Y lo postrero de aquel hombre es peor que lo primero. Así también acontecerá a esta generación muy mala.

( Sagrada Biblia traducida de la Vulgata latina por el Ilmo. Sr.D.Felipe Scio deSan Miguel S. XVIII )

No pocas personas son poseidas y/o obsesionadas por los demonios después de estas prácticas llegando en ocasiones a ingresar en centros psiquiátricos, debido a que se confunden los ataques demoníacos de este tipo con la psicosis, y los trastornos de personalidad, y a esto hay que sumar el que hay una falta enorme de sacerdotes exorcistas BIEN FORMADOS, insisto en lo de bien formados, ya que muchos obispos y ante el incremento de la demanda por parte de la feligresia, han empezado a nombrar exorcistas con la facilidad con que nombran catequistas aunque estos no conozcan el Catecismo, y así nos encontramos con “exorcistas” que carecen de formación específica para este ministerio y algunos son tenidos incluso por grandes exorcistas (este es otro tema a tratar en profundidad).
Dios les bendiga y mantenga apartados de caer en manos impias.

Hermenegildo Matamoros

Hermenegildo Matamoros

Católico

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